Las intervenciones están basadas en la rehabilitación / restauración o bien en el aprendizaje de estrategias compensatorias.
En la primera consulta se realiza una entrevista clínica en la que se exploran las áreas cognitivas, conductuales y emocionales de la persona. Tras esta, se realiza una evaluación neuropsicológica utilizando instrumentos que están validados científicamente.
En base a la entrevista, así como a la información de los test administrados, se elabora el plan de intervención, en caso de considerarse necesario.
El tratamiento está basado en los conocimientos de la neurociencia y de la neuropsicología y siguen un corte cognitivo-conductual, por tanto, el primer paso tiende a ser la psico-educación de lo que le pasa al paciente, por ejemplo, si la persona muestra déficit de atención explicarle, qué es, en qué consiste, qué estrategias ayudan, etc.
El objetivo final siempre será la mejora de la persona en su bienestar psicológico, así como promover su autonomía.